COPA | ROTONDA SAN RAFAEL

El trabajo de la Copa de la Rotonda fue un desafío desde el inicio. Cada “dedo” de la estructura —uno de ellos con un peso cercano a 5.000 kg— se diseñó para moverse en las tres dimensiones. El dedo mayor alcanzó una longitud de cuerda de 22 metros.

Cada pieza se ejecutó en forma de viga cajón, con cortes particulares para absorber torsiones en cada eje. El montaje fue el aspecto más complejo: lograr que los dedos no se tocaran y que la copa quedara perfectamente ensamblada.

Para la maniobra se utilizó una grúa de 45 toneladas, con pluma de 38–40 metros, que se trasladó especialmente desde Mendoza ya que en San Rafael no había una disponible.

Con el asesoramiento de Sofia Romano, la copa se fabricó en acero inoxidable, con canalinas, y fue un trabajo que llenó de orgullo a todo el equipo de Pehuenche.